s mejor ser tonto con opciones, que listo sin iniciativa


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domingo, agosto 23, 2009, 12:00 AM - Reflexiones

Escrito por Ricardo Ros

¿Es más inteligente una mosca o una abeja? La mayor parte de las personas responderemos que las moscas son bastante tontas, mientras que las abejas demuestran una finísima inteligencia.

Cuenta Miguel de Unamuno, citando a otro autor, en su libro Recuerdos de niñez y de mocedad que "si se meten en una botella abejas y moscas y se pone la botella con el fondo hacia la luz siempre, las abejas no hacen sino agitarse contra el cristal del fondo, sin poder convencerse de aquel invisible obstáculo, mientras que las atolondradas moscas revoloteando de una a otra parte hallan, cuando menos lo esperan, la salida. Lo cual es decir que la abeja es más lógica, es decir, más estúpida que la mosca, y ésta más estética, es decir, más espiritual que aquélla. La imbécil de la abeja se está rasca que te rasca contra el cristal y hacia la luz, sin convencerse, mientras que la alegre mosca, convencida desde luego de que ha caído en una prisión, o más bien convencida de que es prisión todo o que nada lo es, la explora por todas partes, se pasea para divertirse sin importarle volar de trasero a la luz, y así por volver a la luz el trasero logra, jugando, la libertad."

El amor de las abejas a la luz es su verdadera inteligencia, que en este experimento constituye su ruina. Evidentemente imaginan que la salida de toda prisión debe estar donde la luz brilla con más claridad, y actúan en consecuencia, persistiendo en su actuación demasiado lógica. Para ellas el vidrio es un misterio sobrenatural que nunca han encontrado en la naturaleza. Carecen de experiencia de esta atmósfera súbitamente impenetrable. Y cuanto mayor es su inteligencia, más inadmisible e incomprensible aparecerá el obstáculo extraño.

Mientras que las estúpidas moscas, a quienes les tiene sin cuidado la lógica como el enigma del cristal, hacen caso omiso de la llamada de la luz, revolotean frenéticamente acá y allá y favorecidas por esa buena fortuna que a menudo sonríe al simple, encuentran la salvación donde el sabio perece, terminan necesariamente por descubrir la abertura amiga que les devuelve su libertad.

Con este conocido experimento de las moscas y las abejas podemos sacar enormes conclusiones. Todos nos hemos encontrado con personas muy inteligentes que han desaprovechado su vida y con otras con menos recursos de inteligencia que han convertido su vida en un verdadero éxito.

El experimento de las moscas y las abejas nos habla de factores muy importantes en relación con el uso de la inteligencia:

- rigidez y flexibilidad

- relación entre medios y fines

- vinculación entre acciones e intenciones

- modelar al vecino

- retroalimentación

- investigación

- asumir riesgos

- unos hechos determinan los siguientes

- la experiencia nos puede bloquear

- la lógica a veces es mala consejera

- saber elegir el camino adecuado

- la línea recta no necesariamente es el camino más rápido…

Cada mosca, al estar relacionada con la vecina y a su propio pasado, trata de hacer continuas adaptaciones, que finalmente resuelven el problema. Las abejas, al estar atadas a una sola opción, buscar la luz, se meten en un callejón sin salida que no resuelve la situación.

¿Te sugiere esta historia algo que puedas aplicar a tu vida? ¿Actúas como las moscas o como las abejas? ¿En qué aspectos de tu vida chocas continuamente con el culo de cristal de la botella? ¿Qué es lo que se repite una y otra vez y te deja insatisfecho?

¿Cuál es tu experiencia?

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