Ellas se prefieren solas


¿Por qué seguirá sola? se preguntarán familiares y amigos.


En sus disertaciones acerca de cómo liberarse del pasado, y los beneficios de hacerlo, Krishnamurti estableció que al tratar de ajustarse a una ideología, se reprime el ser y se establece la contradicción entre las exigencias sociales y las necesidades individuales. De acuerdo con el humanista indio, “invariablemente hemos actuado dentro del patrón de una fórmula, después la fórmula se convierte en ideología y finalmente en autoridad”. El orden que se impone desde fuera siempre producirá desorden (interno). Si una persona desea “cambiar por completo, desde las raíces de su ser, ello no puede depender de ninguna tradición porque la tradición ha producido tremenda pereza, aceptación y obediencia”. Así las cosas, todo se resuelve relativamente fácil en la vida de algunas mujeres: gasto doméstico quincenal, incluso semanal, carro, casa, guardarropa, administración doméstica, cuidado de los hijos.
Se preguntará usted qué tiene que ver Krishnamurti con el tema de la soltería. Bueno, el matrimonio es una suerte de ideología. Y el no querer casarse o ser soltera a los 40 en este tiempo sigue siendo, si no mal visto, cuando menos algo extraño. ¿Por qué seguirá sola? se preguntarán familiares y amigos.


Ser congruente
Un nuevo enfoque sobre la soltería femenina es colocado en la balanza. ¿Qué de bueno tiene ser soltera? Desde siempre, la soltería varonil ha sido celebrada con bombo y platillo; los solteros empedernidos abren a menudo el apetito de cualquier mujer. Pero, ¿y qué de las mujeres solteras? ¿Acaso no se antojan también? ¿O será que despiertan demasiadas sospechas?
Dos escritoras, Flor Aguilera y Alejandra Rodríguez, asumen la soltería desde una perspectiva bastante positiva, descubriéndole a este fenómeno propiedades un tanto medicinales. Ellas comparten su experiencia y celebran gustosas su actual estado civil con el libro El (estúpido) príncipe azul y otros mitos sobre el amor (Random House), del cual comentan en entrevista.
“No es un libro que hable de la soltería en el sentido de revertirla, ofreciendo recetas para hacerse más atractivas y conseguir marido. Por el contrario, buscamos que otras mujeres se den cuenta de que la soltería puede ser una etapa de goce, descubrimiento, autoconocimiento, y también de mucha diversión. ¿Por qué no darse ese chance?”, se pregunta Flor. En lo referente a recetas de belleza o tácticas para cazar marido, eso no les preocupa demasiado, no son ésos sus temas. “Nos da un poco igual cómo las prefieren los hombres”.
—Ustedes no se incluyen en la elección. ¿De verdad no les importa cómo las ven los hombres?
“¡Para nada! Porque estamos seguras de nosotras mismas, de lo que hacemos y buscamos. Los tiempos de inseguridad ya pasaron. Ahora podemos ver a los hombres con otros ojos, a partir de lo que somos, sin pensar en ellos como una tabla de salvación. Así lo decidimos. Hemos tomado la soltería como una opción de vida (hasta nuevo aviso. Eso depende). Si crees que no tienes vocación para casarte o para vivir con una pareja no te sientas extraña o ’anormal’. Simplemente acéptate como eres y sé congruente contigo”. Aquí entra el planteamiento de Krishnamurti: ser congruente.


Mitos sobrehumanos
La apuesta editorial de estas dos escritoras podría resultar agresiva a los ojos de la tradición conservadora, comenzando por el título del libro (El (estúpido) príncipe azul…). Sin embargo, no se trata de una ofensa dirigida a los hombres, sino de acabar con toda esa mitología arrojada por las madres a sus hijas sin medir consecuencias. “El príncipe (guapísimo) y la princesa (indefensa y vulnerable) se casan y viven felices por siempre en un hermoso castillo, lejos de todo mal. Un hombre valiente y guapo nos rescata y llena nuestra vida de felicidad... Así nos enseñaron de pequeñas que era el amor. Nunca nos dijeron que era más importante que ese hombre fuera inteligente, bueno y simpaticón. A mi parecer —explica Flor—, es desde la niñez, al leer estas historias, cuando empiezan las dificultades emocionales, los ideales falsos y los comportamientos impuestos contra los que tratamos de luchar a lo largo de nuestra vida adulta”.
Cualquiera recitaría de memoria el contenido de estos mitos: el cuento de hadas, el príncipe azul, el amor a primera vista, la media naranja, el alma gemela, el matrimonio como apoteosis del amor, el amor lo cura todo, el all you need is love, amores cibernéticos, los hombres a veces necesitan una ayudadita, el reloj biológico, y vivieron felices para siempre, los horrores de la soltería en la mujer, etcétera... Hombres y mujeres los conocen y los practican. Estos mitos se analizan en la primera parte del libro, escrita por Flor Aguilera, quien ve implícito en el concepto de príncipe azul el hecho de necesitar ser rescatadas de algo. “Piensa bien si lo que buscas en un hombre es que sea un salvador o si lo que precisas es ser salvada. Si es así, antes de involucrarte en una relación sentimental mejor piensa cómo rescatarte tú misma de eso que te tiene aprisionada o insatisfecha con tu vida. Siempre hay alternativas”.
Una definición retadora de príncipe azul: “El príncipe de los cuentos es supuestamente perfecto, pero a mi gusto es bastante soso, aburrido y unidimensional”, expresa Flor. “De él sólo sabemos que es muy apuesto, que se ve muy bien en mallas, que pelea bien contra los monstruos, que tiene un castillo en un lugar lejano y que sabe cabalgar. Seguramente también besa bien, o lo suficientemente bien para despertar dulcemente a la princesa sin babearla y, finalmente, que tiene muchas ganas de casarse y llevarte a vivir a su hermoso castillo. En ese sentido, yo me casé con uno y me fue fatal”.


Cambiar de raíz
La segunda parte del libro, “Una soltería plena”, funge de catarsis. Al respecto, la percepción de Alejandra Rodríguez es una nueva forma de asumir el vivir sin una pareja. Su primera propuesta incide en elevar la autoestima, por encima de los zapatos y las bolsas de moda, del maquillaje, de la ropa. “La autoestima es como el dicho de la mona: si no la tienes, mona te quedas. Empleamos estas herramientas para que la mona, o sea tú, te vistas de seda. ¿Para qué negar que facilitan nuestra relación con el mundo y nos hacen lucir bellas? Pero la contraparte de utilizar ciertos productos es que a veces nos escudamos detrás de éstos o nos hacen creer que valemos más como seres humanos. No requerimos de nada de eso para sentirnos valiosas. Somos preciosas por naturaleza”.
Otro concepto manejado por la autora es el de viajar sin exceso de equipaje, dejar de “cargar con cosas que no nos corresponden: cómo debemos comportarnos o reaccionar ante determinada circunstancia. Nuestros padres y el medio han influido en nuestra imagen, nos enseñan cómo lucir para ser aceptadas y amadas. Todo lo que aprendimos se filtró por los ojos y las experiencias, buenas o malas, de estas personas que nos determinaron”.
La autora analiza también el feminismo mal entendido y mal ejercido. Ser una banquera exitosa y al mismo tiempo una mujer dura, controladora e inhabilitada para mostrar afecto nos lleva a otros problemas: mostrar tendencias suicidas o iniciar relaciones con hombres demasiado jóvenes (los casos Demi Moore y Madonna, con parejas de 20 y 10 años de diferencia respectivamente).
La soltería es para ella una cuestión de decisión. “Bien a bien no sé a qué se deba este fenómeno. Parece que vivimos la peor crisis de amor y de relaciones jamás registrada en la historia. Muchas series de televisión han expuesto el dilema mundial por el que atravesamos actualmente (Sexo en la ciudad, Cómo conocí a tu madre). El ser soltera es un enorme regalo temporal que hay que saber aprovechar y disfrutar mientras lo tenemos. Medita, practica algún deporte, trabaja y gana dinero, lee un libro, cambia de look.
Reinvéntate. La soltería te da espontaneidad. Estar soltera es una oportunidad para aventurarte y dejar atrás las comodidades de la rutina y de lo familiar, experimentar y adentrarte en otros mundos que te son ajenos. Puedes llevar una vida sexual activa y sana. Más que consejos, todo lo que hemos escrito aquí nos lo decimos a nosotras mismas todos los días. No pretendemos darte una poción mágica para aliviar tu problemática, deseamos que algunas de nuestras ideas te sirvan de reflexión y puedan cambiar y romper con todo lo que te estorba para sentirte feliz. Transformarnos y crecer nos ha dolido, pero es la única manera en la que hemos podido cambiar de raíz”.
Decía Krishnamurti que cuando usted rechaza algo falso con que ha estado cargando por generaciones; cuando arroja de sí un peso de cualquier clase, ¿qué sucede? Usted tiene más energía, ¿no es cierto? Tiene más capacidad, más empuje, mayor intensidad y vitalidad. Si no siente esto, entonces no ha arrojado el peso muerto de la autoridad. Pero cuando usted lo ha desechado, y tiene esa energía en la cual ya no hay temor (de cometer un error, de hacer lo correcto o no) esa energía misma produce la revolución radical interna, la libertad. No existe eso de conducirse bien o mal cuando hay libertad. Usted es libre, y desde esa libertad, actúa. Y como consecuencia no tiene miedo, y una mente que nada teme es capaz de gran amor.
Andrea Rivera Villegas /

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